EL DIABLO Y SUS DIABLADAS
A propósito de la declaración como patrimonio de la nación a la danza Diablada de Puno, es curioso ver comentarios que lejos de aportar en el buen entendimiento de esta danza, se sigue cayendo en la misma discusión sosa donde se jalan de las extremidades al pobre diablo; bolivianos, peruanos y chilenos, como si el infeliz ya no tuviera suficiente el saberse tristemente célebre amo del infierno. ¿Acaso no hemos entendido que este personaje es universal y que no es exclusivo de un solo país?, ¿es tan difícil aceptar que los elementos culturales en zona de frontera no se pueden dividir al antojo de ciertos grupos con intereses propios y de sentimientos mezquinos? La primera expresión de danza donde aparece la figura demoniaca nace al ritmo de zampoñas, he ahí su origen, pues es transición del imaginario indígena que se concreta en música y danza como resultado de los procesos de catequización, el amalgamiento cultural que se produjo en respuesta de la imposición de la religión intru