CUERPO Y ESTILO EN EL CAPORAL URBANO


No hemos dejado nuestra investigación sobre la influencia de la danza de los caporales en la ciudad de Lima, sobre todo sus procesos de cambios, siempre partiendo de los antecedentes, referencias y testimonios valiosos que hemos recogido de un número de agrupaciones de larga trascendencia y que han logrado posicionar un estilo propio dentro del ámbito del caporal urbano, el objetivo fue el de obtener pistas que nos permitan construir un diagnóstico objetivo a partir del análisis de la construcción del cuerpo y los patrones del movimiento aquellos que logran forjar un estilo propio, los mismos que mantienen diálogo constante con la cultura y el medio urbano en el que se desarrollan tanto el cuerpo y las corporalidades en una diciplina que los construye para ser exhibidos en determinados escenarios donde lo híbrido permite esa amplitud creativa corpo-espacial del que hacen gala. 


Como ya hemos mencionado existe un caporal urbano al que se le denominando curiosamente como "saya", formato que se ejecuta en una categoría llamada ballet; lo complejo de esta categoría es que se desenvuelve en un espacio donde los procesos de híbridación se rigen a influencias que siguen un lineamiento de estética moderna, sociocultural y económica; el cuerpo, las corporalidades y los patrones de movimiento se construyen a partir de características que se ubican en la identidad cultural del sujeto, la realidad del espacio geográfico en el que habita y donde se desenvuelve; estos elementos hacen influencian en el desarrollo de la construcción del movimiento para las formas de interpretación dancística que parte desde la asimilación de la variedad de elementos híbridos que dan la forma a la ejecución a partir de la representación e interpretación del sujeto que se expresa y se mueve al ritmo de una melodía dentro de un escenario, logran construir un sello al que se denomina estilo. 


El tema histórico de estos cambios aplicados a esta expresión asentada en Lima data desde inicios de los años 90 traídos por migrantes provenientes de distritos de la zona quechua y aymara del departamento de Puno (De ahí los nombres de los primeros conjuntos de caporales en Lima tales como Bahía de Chupa de Azangaro, Defensores Huanacané, entre otros) que desarrollaban actividades comerciales en Lima logrando hacer un posicionamiento cultural de la cultura puneña promoviendo la práctica de danzas tanto autóctonas como de luces entre tuntunas, Caporales y morenadas principalmente, para aquellos tiempos donde nuestro país se encontraba en una guerra interna producto del terrorismo, estos espacios no fueron ajenos a ser objeto de investigación de parte de los servicios de inteligencia de aquellos años. 



Han sido muchos los datos recogidos sobre el proceso de formación de la cultura caporal en Lima, de ello prometemos una posterior publicación. 


En otro aspecto es necesario mencionar que los estilos de caporales que se asentaron en Puno producto del intercambio cultural, que es un proceso natural entre sociedades que habitan en una posición geográficamente compartida por un pasado cultural milenario fueron influenciando en la sociedad puneña teniendo en principio como lugar de acogida a Juliaca en la provincia de San Román, de esto el investigador e historiador René Calsín Anco detalla ampliamente en una de sus publicaciones titulada "Virgen de la Candelaria, La festividad". 


En suma una creación que se inspira en el tundique, la tuntuna y otros elementos culturales transita y se intercambia culturalmente teniendo en cuenta que desde que traspasa fronteras es materia de cambios por su misma naturaleza híbrida con la que se origina. 


En tal sentido con el paso de los años los denominados estilos originarios fueron cambiando de forma radical, producto de su reconstrucción, empleando elementos ajenos al contexto del caporal (relacionado al contexto afro), un ejemplo claro de este proceso es el estilo Sambos,  el cual reconstruyó las bases y estructuras del movimiento del estilo de origen agregando movimientos de otras danzas de procedencia peruana, sobre todo en la construcción del movimiento de las mujeres donde es innegable el aporte de la marinera norteña y los adornos corporales que hace la mujer en este baile peruano, dando como resultado un estilo propio que dista mucho del estilo Sambos existente en bolivia mucho más pesado y al ras del suelo; con el paso del tiempo el estilo Sambos se convierte en uno de los ingrediente con el que muchas otras agrupaciones emergieron en busca de su propio estilo, el resultado es la gran gama de conjuntos hoy existentes en Lima, los mismos que van en búsqueda de una identidad propia mediante laboratorios del movimiento donde se tienen en cuenta otros ingredientes extraídos de elementos urbanos, folklóricos y tradicionales de diferentes ritmos y géneros de bailes y danzas nacionales o internacionales. 


Cabe la mención que en Lima hubo una época de gran acogida de este estilo entre los años 2004 al 2009 donde surgieron muchas agrupaciones con el denominativo "Sambos". 


En el transcurso de los años han surgido en Lima conjuntos que se han ganado un posicionamiento a base de sacrificio y trabajo milimétrico, esfuerzo que les a dado satisfacciones y campeonatos ganados con todo derecho, conjuntos tales como Melodías de Saya, Fuerza y Tradición, Perú Inka, La Nueva Fuerza, Pasiones Peruanas, entre otros, han conseguido su propio sello y hoy son base para que conjuntos más jóvenes puedan seguir proponiendo y empleando el cuerpo para transitar en el universo del movimiento y las posibilidades. 


También están aquellos conjuntos que son íconos en el caporal en Lima y aunque algunos no estén en constantes eventos de concursos su nombre es sinónimo de respeto y responsable investigación respecto al estilo que manejan, entre ellos Centralistas San Miguel, Defensores Huacané o Bahía de Chupa. Conjuntos que mantienen sus estilos y que también fueron Cuna del arte del caporal en Lima. 


En este trabajo de campo hemos podido identificar y evaluar el  proceso de construcción de cada estilo de los conjuntos mencionados los cuales tienen el común denominador de la propuesta a través del cuerpo y la construcción del movimiento. 


Es necesario seguir investigando más a profundidad para lograr entender los elementos que le dan forma a estos procesos de hibridación que enriquecen el llamado Caporal Urbano, pero aún más necesario es que quienes se encargan de calificar en los concursos dentro de la categoría "ballet" o "bloques" tengan a bien realizar una mínima investigación y aportar con su propia cosecha al respecto de este arte. Subestimar una expresión y caer en el razonamiento enano donde se piensa que "Calificar Caporales es fácil",  pinta de cuerpo entero la ignorancia de aquellos que se sientan a evaluar sin conocimiento de causa, carentes de argumentos sólidos y por ende mezquinos de criterios, obtusos y huérfanos de vivencia en este arte el cual se analiza desde adentro, donde las papas queman.

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