PROTAGONISMO INVISIBLE, MACHAS.

Macha Caporal,Srta: Saskia Prieto.
Es nuestra labor detallar las dificultades que la mujer afrontó a lo largo de la historia para ganarse derecho de adquirir Poder, en un mundo donde la historia fue escrita por hombres, sobre todo si se trata de una expresión creada para ser principalmente masculina; hablamos de la expresión denominada Caporales.

Originalmente esta expresión fue la ridiculización que se le hacia al capataz, ya hemos explicado ampliamente cual era el rol de este personaje respecto a los demás esclavos; sin embargo, lo que llama la atención es el hecho de haberse convertido a una expresión donde los contextos amorosos imperan y en ese sentido la mujer ha sido situada como personaje de carga particularmente erótica.

Los detalles en la construcción de la cholita, caporalita o sayita, como personaje estereotipado y tristemente moldeado para ser solo parte del acompañamiento del caporal, dentro del conjunto, han sido replanteados a partir de la independencia de la mujer y su visibilidad equiparada dentro de esta danza; En ese marco aparecen las Machotas o Machas de tropa, quienes fisuran los estereotipos y modelos establecidos de lo que se concibe como "femenino", aquellos parámetros que han sido impuestos a la mujer y su participación dentro de esta expresión y de muchas otras.

Hay quienes erróneamente conciben que lo bello y simétrico en la mujer está determinado por ademanes, posturas, el uso de un vestido o falda, indumentarias que la sociedad, de conceptos mayormente machistas; ha implantado con clara intención de ejercer control en sociedades donde lo masculino ejerce Poder, estableciendo modelo y formas de conducta e imagen, que si no se acatan son motivo de crítica.
Para entender mejor la presencia femenina, empoderada dentro de una expresión como la de los caporales, será oportuno regresar en el tiempo y echarle un vistazo a la historia en diferentes épocas, y como en éstas, la mujer ha sido considerada y construida. Repasaremos también las prácticas a las que son sometidas, prácticas que ejercen control sobre ellas.

            Foto: Srta.Alexandra Rubí Nieto

Durante el paleolítico se representaban en estatuillas de piedra, mujeres que eran modeladas con características que determinaban su posición y labor dentro del clan; de acuerdo a la concepción de los hombres de esta época, se resaltaba a las mujeres detallando lo que ellos consideraban de principal característica, entre ellas se encontraban: La supervivencia de la especie determinada por la capacidad de la hembra por amamantar a los recién nacidos, la recolección, la domesticación de las plantas, el desarrollo de la agricultura en su primera etapa, la domesticación de animales pequeños, etc.
El arte moviliar que realizaban los hombres de esa época, representa estas cualidades que se manejan de manera simbólica; claro ejemplo es la Venus de Willendorf, descubierta en el año 1908 por el Édouard Piette -Historiador y arqueólogo francés-, Esta estatuilla es la representación del como el hombre veía a la mujer y de ahí su asignación de roles en el tiempo.

Los hombres de ese entonces miraban a la mujer como elemento meramente reproductor; dicho sea de paso en la pequeña estatuilla se destacan con exageración, las mamas, lo cual evidencia la capacidad de la mujer para poder amamantar y mantener a los hijos, las caderas amplias representarían la capacidad fértil de la mujer. Las estatuillas fueron talladas generalmente obesas, lo cual destaca la reproductividad y abundancia asignada a lo femenino -curiosamente también a las bondades de la tierra a la que se le atribuye el género femenino-, pero uno de los detalles que llama la atención, es que no existe cabeza alguna, evidenciando la ausencia de voz y mando en la toma de decisiones dentro del clan o tribu; constituyéndose que, en esa época la hembra estaba subordinada al macho y ésta solo cumplía con determinados roles, principalmente el de procrear.

Las culturas que existieron en épocas anteriores a la conformación del Tahuantinsuyo, determinaban las actividades designadas a la mujer de forma distinta, la condición de nacer bajo el género femenino, no impedía que las mujeres asuman cargos importantes, prueba de esto es el hallazgo de la famosa dama de Cao, mujer gobernante que constituye la clara muestra que las culturas pre Incas consideraban la capacidad de lo femenino como de suma importancia y supremacía.

En la amazonia, las comunidades nativas asignan las tareas de una manera distinta; si bien es cierto la mujer desde épocas muy antiguas se ha dedicado a la caza menor, aún así sigue cumpliendo roles como: la siembra, cosecha y recolección,
sin embargo, los mecanismos de control sobre la mujer se dan desde conceptos religiosos, rituales y costumbristas, un claro ejemplo de esto se evidencia en diversas culturas en el mundo, entre ellas figuran las que aún existen en lo profundo de la Amazonía Peruana y de algunos otros países sudamericanos con los que se comparte este sector tan amplio; en estas prácticas las mujeres son mutiladas del clítoris, como un mecanismo de control de su sexualidad, asegurando su virginidad en futuros matrimonios pactados entre dos familias. Esto suele suceder en la etapa adolescente y se toma como un acto ritual donde la niña pasa a otra condición en su vida, transición que determina su despertar en una etapa adulta.
Algunos países africanos suele coser la vagina de las adolescentes hasta que sea dada en matrimonio, estas prácticas en el mundo se le conoce como ABLACIÓN o ABLACIONES.
Se sabe de comunidades amazónicas donde la futura jefa de comunidad es sometida a esta práctica lo que se constituye como un honor para quien esté destinada a experimentarlo.
Los rituales son considerados como una violación a los derechos humanos, sin embargo en la antigüedad e incluso en tiempos actuales aún se practican con naturalidad.

Estos ejemplos nos hacen pensar, sobre el impacto que tiene la figura la Machota o Macha dentro de una expresión de protagonismo meramente masculino, donde la mujer no pasa de ser un complemento decorativo y sexualizado, ganando con justícia el derecho a existir en el personaje de la MACHA.

En la llamada danza de los Caporales el contexto ha ido abarcando argumentos religiosos, festivos, amorosos, etc. Devido a su semiotismo e híbrido existir, hoy en día podemos apreciar una expresión que evidencia una clarísima lucha de géneros, la búsqueda de la mujer mediante el personaje de la macha caporal a reivindicarse como el sexo que ostenta Poder, de la naturaleza que se le fue negado, y es capaz de poner de rodillas a una expresión construida para magnificar el protagonismo masculino.

No pasará mucho tiempo para que las Machas se constituyan en su independencia propia, acabando con su escondido protagonismo y lucha; dentro del bloque de Caporales. 

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