PUNO Y SU HISTORIA EN UNA MIRADA.
Puno, también conocida como la ciudad de plata y la capital del Folklore peruano, se encuentra en la zona sur del territorio peruano, este paraíso está ubicado a orillas del lago Titicaca y sobre los 3 827 msnm. Aquí nace la historia que diera el origen a uno de los imperios más importantes de América.
La historia cuenta que antiguamente, el sector del atiplano llamado "Collao" estuvo poblada originariamente por grupos aymaras y posteriormente por quechuas.
En la leyenda escrita por el cronista Inca Garcilaso de la Vega, fueron Manco Cápac y Mama Ocllo; que surgieron de las aguas del lago Titicaca; quienes dieran origen al Imperio de los Incas.
Durante el Virreinato instaurado en América, Puno fue el paso obligado de los viajeros y arrieros que se dirigían a las minas de Potosí en el Alto Perú, en aquella época el asiento minero San Luis de Alva, ubicado a unos kilómetros de la ciudad actual de Puno detrás del cerro Cancharani, fue el lugar donde residían los españoles, criollos e indígenas dedicados a la minería, en este lugar se gesta la revuelta propiciada por los hermanos José y Gaspar de Salcedo, en aquella ciudad habían conflictos entre andaluces y vascongados por el dominio de la mina de Laykakota. La ubicación exacta de esta fue revelada a José de Salcedo por su esposa Malyka, hija del cacique de Laykakota, pariente de la nieta de Pachacutec Inca Yupanqui, Cusicoyllor, recordada por el drama Ollantay.
En aquellas épocas, los hermanos Salcedo se convirtieron en los más ricos del virreinato del Perú, sin embargo sus diferencias con los vascongados eran de consideración, por ese motivo el virrey Conde de Lemos viaja a Puno para poner orden resolviendo la destrucción de la ciudad de San Luis de Alva, la ejecución de José de Salcedo a quien mandó ahorcar en un lugar llamado Orca Pata y el destierro y confiscación de los bienes de Gaspar.
Se ordenó el traslado de toda la población de San Luis de Alva a La Pascana cerca al lago, constituyéndose así la actual ciudad de Puno, el traslado fue realizado en el año 1668 donde los pobladores de la destruida San Luis de Alva realizaron un verdadero éxodo hasta la villa nombrada San Juan Bautista de Puno, capital de la provincia de Paucarcolla. Posteriormente se la rebautizó como San Carlos de Puno en homenaje al entonces rey Carlos II de España en adelante se festejaría como fecha de fundación cada 4 de noviembre.
Puno no sólo es famosa por tener el lago navegable más alto del mundo, también lo es porque atesora una de las festividades religiosas más grandes de América y del Perú denominada patrimonio inmaterial de la humanidad en el año 2014, título concedido por la UNESCO en homenaje a la Santísima Virgen Candelaria, patrona de Puno; acontecimiento que muestra la fe y tradición en su máximo esplendor realizada en el mes de febrero, donde además concentra expresiones danzarias de los diferentes sectores del departamento que mantienen intacta su esencia milenaria, estas danzas originarias llegan a la ciudad a rendirle culto a la patrona, participan tropas de sikuris siendo la manifestación tradicional que daría origen a expresiones conocidas como la danza de los diablos y morenos quienes hacen su paso en compañía de grandes bandas de bronce muy típicas en todo el altiplano, no deben faltar los caporales, personajes históricos que han sido llevados a la danza para rendirle culto a la virgen Candila; las tropas hacen su paso firme y elegante al compás de los cascabeles que resuenan en un contrapunto excitante y coordinado donde los bombos, trompetas y platillos retumban en la ciudad del lago.
De los atractivos festivos que atesora nuestro bello Puno es el concurso de danzas en el coloso de piedra Enrique Torres Belón, donde gigantescas iconografías elaboradas por los aymaras y quechuas son el claro saludo a las deidades superiores y a la pachamama representada en la imagen de la Virgen Candelaria en el entendimiento y ritualidad de los indígenas, las danzas llamadas en traje de luces, aquellas que están inspiradas en los trajes de toreros y en el pasado de opulencia de sus primeros pobladores hispanos, mestizos y criollos quienes vestían atuendos que reflejaban su condición de poderosos señores mineros; hacen presencia mostrando gigantescas coreografías que son apreciadas por turistas de todo el mundo bajo un despliegue de trajes y máscaras de finos y magníficos acabados.
Los carnavales llegan a la ciudad de plata y en el frenesí de las pandillas los enamorados se juran amor eterno en la cima del cerro Huajzapata, testigo de las más bellas historias de amor; danzan hermosas cholitas con pollera de chiffon y mantón de manilla llevadas del brazo de su pareja al compás de melodías que son la más sublime invitación a ese romance que produce un palpitar acelerado y lágrimas de alegría en los ojos, las chacras florecen y el sol ofrece sus rayos cual caricias para ellas mientras llega el ocaso bajo la mirada nostálgica de los amantes quienes esperan la noche de carnaval y bajo la cómplice luna serena que refleja su vanidosa imagen en el imponente lago, van cantando y bailando por las calles de Puno.
Así es Puno, con sus islas de los Uros, Taquile, Amantaní, las chullpas de Sillustani, el Inca Ullo de Chucuito, el cerro Huajzapata, el Azoguini, Cancharani y los muchos otros lugares llenos de historia y cultura, motivo de orgullo para los puneños quienes son herederos de una cultura privilegiada y orgullosa que constituye el principal pilar de nuestra identidad como peruanos.
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