EL KUSILLO (II PARTE) ANÁLISIS SOBRE LA CONSTRUCCIÓN SIMBÓLICA Y RITUAL DEL PERSONAJE.



Motivo de discusión y análisis es el personaje del k´usillu, ya habíamos mencionado que este es parte infaltable en danzas como los sikuris, pulis, Q’arapulis, tintiwakas y waka wakas, conocido como k’usillu, kusillo o simplemente cusillo, es definitivamente un personaje que forma parte de la identidad de los pueblos altiplánicos y en aras de profundizar sobre el tema y promover más su difusión, consideramos que todo aporte es sin lugar a dudas un granito de arena que nutre nuestra cultura y nos lleva a seguir indagando más sobre los secretos aún no revelados de las prácticas culturales y artísticas de aquellos pueblos que atesoran manifestaciones de la cultura viva que por herencia nos corresponde.


En ese entender citamos al cronista Guaman Poma de Ayala quien exactamente escribe en 1615:

“Tanbién auía truhanes que le llamauan sauca rimac, cocho rimac; éstos eran yndios de Guanca Bilca. Tanbién auía farsantes; a éstos les llamauan llama llama, haya chuco [llama, llama, sombrero picante] que eran yndios yungas, chucareros saucachicoc [que hace chistes en la corte], acichicoc [que hace reír], poquis colla [qulla estúpido], millma rinri [orejas de lana, torpe]. Estos hacían farsas y fiestas.” 

En tanto, también el reconocido estudioso Luis E. Valcárcel quien en su libro titulado Historia del Perú Antiguo publicado en 1964 menciona citando a Guaman Poma quien se refiere a los bienes que el inca solía tener: 

“Tenía también ciertos truhanes que lo divertían y que llevaban los nombres de Sauca Rimac y Cocho Rimac, quienes procedían de la provincia de Guancavilca; otros que eran yungas y llamábanse Saucachicoc, Acichicoc, Poquiscolla, Millmarinri. Estos últimos eran Collas y todos actuaban como bufones. Los que hacían de actores eran denominados llamallama hayachuco.”

“Tenía en su casa un patio lleno de pájaros y monos, guacamayos, cernícalos, loritos, tórtolas, chivillos y chaynas, vizcachas y otros animales.  Había una laguna con pescados y fuentes de agua o uiruypaccha y cantocpaccha. En su jardín y huerta se cultivaban todo género de yuyus para su regalo.”

Llama la atención que Guamán Poma escriba sobre los animales exóticos que tenía el Inca:

“Tenía en su casa un patio lleno de pájaros y monos, guacamayos, cernícalos, loritos, tórtolas, chivillos y chaynas, vizcachas y otros animales”

Lo que nos da un indicio de que estos personajes bufones se mimetizaban e imitaban las acciones de estos animales especialmente el mono para la diversión del inca, es de entender que desde épocas antiguas la imitación de animales ha sido práctica frecuente del poblador indígena que a su vez los ha plasmado desde su propio entendimiento e incluso los han incluido en sus mitos, tales son los casos del zorro, el puma y el cóndor (incluidos en danzas donde representan a una deidad o espíritu protector), también el mono traído de las zonas de la selva se ha incluido en mitos como lo menciona la investigadora boliviana Teresa Gisbeth, quien hace referencia en un estudio sobre la presencia de este animal como divinidad basada en los textos de Arriaga, quien menciona que los padres Ávila y Cuevas observaron la imagen de este animal en las iglesias de Huarochirí y lo relacionaron con la idolatría, decían al respecto que los indios tenían relatos acerca de dichos monos.

No obstante la danza Q’arapulis de Juli, danza que se ejecuta en la festividad del Orq’o fiesta realizado del 14 al 16 de septiembre en honor al Señor de la exaltación de la Santa Cruz, se menciona en la resolución viceministerial publicada en el diario EL PERUANO en el año 2017 que puntualiza sobre su declaratoria como patrimonio de la nación, se lee que en la danza de los Q’arapulis de Juli participan los k’usillus, en esta se representa el intercambio que realizaban a manera de truque los cazadores de la selva con los aymaras, quienes les entregaban charqui, sal, lana, coca, tejidos, entre otros y a cambio estos les daban las pieles de animales como jaguar y tigrillos, los mismos que el poblador aymara los adhirió a la vestimenta de esta danza, también se menciona sobre el personaje del yungueño que representa al foráneo proveniente de valles cálidos o yungas. También señala el documento que se realizaron trueques con los Kallawayas:

“Los trueques realizados en Juli también se dieron con grupos étnicos como los kallawayas, que habitaron al sureste del lago Titicaca y eran conocidos por ser curanderos itinerantes que proporcionaban principalmente plantas medicinales. Además los kallawayas llevaban monos de los valles interandinos y es por ello que, probablemente inspirados en estos primates, los pobladores de Juli habrían creado el personaje conocido como kusillo que representa al bufón o niño travieso, y que formaparte importante tanto de la festividad de la exaltación de la cruz como de la danza”. 

Es oportuno mencionar sobre la festividad del Orq’o fiesta de Juli, en esta festividad se desarrolla la danza del chuspi chuspi que tiene como significado el inicio del periodo de siembra de la quinua, también se realiza el acto ritual del  enfrentamiento entre los bandos del sol y la luna (incas del cusco y lupacas) quienes se enfrentan en una batalla campal donde se lanzan naranjas e higos que símbolizan la papa y el chuño respectivamente, posterior a este enfrentamiento se enfrascan en una disputa a huaraca limpia  denominado el ritual del Q'urawasiri, cumpliendo el contexto del ciclo agrícola, este acto es premonitorio para augurar la buena productividad del año agrario.

El k’usillo es la representación de elementos que lo relacionan a la fertilidad y productividad, sinónimos de alegría por el nuevo tiempo agrícola y la productividad que trae felicidad a los campos, estos símbolos emergen del subconsciente del poblador aymara con el paso del tiempo y conforme las practicas rituales en relación al culto a la madre tierra fueron restringidas o perseguidas a la llegada de los españoles, las prácticas rituales fueron resignificadas por el indígena aymara y trasmutadas al personaje dentro de danzas donde pervive aquel espíritu ancestral que sobrevivió a la extirpación de idolatrías.

El personaje también participa en la danza relacionado con el contexto agrícola como las Cintakanas (en proceso de extinción), que representa el trenzado de las raíces de la papa y la oca, en un claro acto complementario dentro del imaginario andino. (Granadino C. 1997)

De la máscara del k’usillo podemos plantear que las facciones comprenden una construcción desde el imaginario indígena que se afianzan en la relación del personaje con elementos agrícolas, en ese entender recogemos el comentario que realiza el antropólogo Henry Flores Villasante, mencionando lo siguiente:

“La máscara o prenda de lana que utiliza en la cabeza, por su forma y característica, no tiene antecedentes europeos, por lo tanto es andino y no se parece a un “mono” por sus “orejas de llama”, “nariz larga delgada” y unos adornos en la cabeza a manera de “cachos”. 

De estas aceveraciones hechas por el amigo Henry Flores, concordamos en que el personaje llamado k’usillo está vinculado al contexto agrícola, sin embargo agregamos que desde una interpretación acerca de los contextos simbólicos de la máscara que el indígena desde su visión ha creado; las mencionadas "orejas de llama", desde la óptica del rito lo relacionan con el elemento agua, toda vez que la llama es un camélido que desde el incanato ha sido parte importante para invocar lluvias, las cuales son propicias para los cultivos y la productividad tal y como lo mencionan los cronistas, también es lógico referir sobre la nariz del personaje que como lo mencionamos en un artículo anterior estaría relacionado al falo masculino que representa la fertilidad que a su vez es complementaria a lo femenino representado por la tierra previa a su estado grávido, contexto relacionado al Allu Pacha o tiempo de fertilidad según Eyzaguirre Morales y su artículo sobre “Bertonio y la estructura ideológica: Tunupa y el Allu Pacha”. 

Henry Flores menciona también:

"el mono pertenece a la fauna de la amazonía y no es propio de esta zona de altura a más de 3.800 m.s.n.m, mucho menos la representa”

En ese sentido respetuosamente discrepo, pues ya hemos detallado sobre la presencia de este animal (mono) entre otros que tenía el inca y además su presencia debido al contacto de aquellos personaje yungas que realizaron intercambios con los indígenas aymaras. Además es preciso mencionar que en las representaciones iconográficas y cerámicas de culturas preincaicas existe presencia de animales foráneos a los territorios pertenecientes a determinadas culturas, la presencia de estos animales ajenos se produjo por el contacto e interacción con otros pueblos o campañas de expansión de territorios, estos animales han sido plasmados en tejidos, iconografías, construcciones o usados como mecanismos religiosos tal es el caso de Chavín en los que se representa esculturas de animales propios de la Amazonía y seres zoomorfos y antropomorfos de rasgos felinos y de reptiles, ajenos a la fauna local, a los que le atribuyeron poder divino y le rendían culto. En las chullpas de Molloco en Puno se aprecia la figuras de un oso talladas en piedras que conforman la torre, animal que no es propio del altiplano, en ese entender no podemos aseverar tan tajantemente que el kusillo no pueda estar también inspirado en el mono. 

 


Es necesario señalar que existen danzas en Carabaya (zona quechua) donde los pobladores imitan las actitudes y ocurrencias del mono denominando así a estas expreciones con el nombre de “mono kusillo” y ha sido el pueblo quien ha plasmado ese contacto y presencia de este animal en sus prácticas danzarias. En tanto y en relación a las zonas quechuas y la zona aymara, el kusillo es un personaje pícaro y jocoso que es construcción del mismo poblador aymara quien plasma sus vivencias y todo aquello con lo que a tenido contacto y lo redefine dotando de elementos vinculados a sus creencias y cosmovisión, muchas veces haciendo escarnio de sus propios vicios, lujurias y tomando el pelo a cuanto incauto encuentre.


También existen referencias del kúsillo como una representación diabólica-jocosa de este personaje al que también se le conoce como lanlaku.


Respecto a los diablos lanlakus y cusillos, Juan Alberto Cuentas en su publicación Chucuito. Álbum Gráfico e Histórico, 1929. Escribe lo siguiente: 


"Sucede que en la mayoría de estas danzas el diablo es la figura complementaria o, mejor, el personaje principal. Él ocupa sitio preferente en el Tintihuaca, el Lanlaku, en los Cintakana que son nuestros bailes tradicionales; también en los Sicuris, los diablos son la nota predominante y el temor de la chiquillería que huye espantada, ante la figura del Diablo. En el Tintihuaca, el diablo, es el cusillo, el Mismita, el bufón, que tiene una careta de trapo con cuernos, también de trapos embutidos con lana..."


"...En el Cintakana es también el cusillo, con enorme látigo; es también la representación del diablo. Es curioso observar que, en estos cusillos, los cuernos son cuatro y de colores diferentes: blanco, rojo, verde y negro. Y llevan cuatro falos del mismo color, que van sacándolos uno por uno y enseñándolos a las indias que miran y observan con sorprendida curiosidad. También en los bailes de origen colonial, como en los Sicuris, el diablo con su cola enorme y su máscara feísima y su tridente, es el personaje principal.”


Cuando el autor se refiere a los cusillos, lanlakus y diablos puntualiza que proceden de lo mismo, son personajes bufones que aparecen en las festividades y pareciera ser como respuesta burlesca a la festividad religiosa, lo es el lanlaku quien aparece en la festividad del corpus Christi e incluso existe presencia de esta danza en Arequipa y curiosamente el personaje también tiene orejas similar a la de las llamas, cabe mencionar que en Puno está danza ya es extinta. 


Bajo este contexto y refiriéndonos a los k’usillos, estos son considerados como diablos y no es de asombro que intervengan en festividades a un santo patrón propiciando la burla indirecta hacia la venerada imagen impuesta mediante la religión que trajeron los conquistadores, por esta razón el k’usillo también sería la representación de justicia que emana del pasado hacia todo aquello que constituyó la opresión de la cultura diezmada por la llegada de los invasores, convirtiéndose hoy en un ser de habilidad para comunicarse en lengua indígena (aimara y quechua) y también la foránea (castellano), empleando la lengua originaria para hacer de las suyas emitiendo frases pícaras y llenas de franqueza que solo comprenderán los que entienden su lengua materna, eximiendo de ello a los foráneos incautos visitantes, también para dar a conocer sus deseos lujuriosos a cuanta muchacha se encuentre, usando el castellano solo cuando le conviene. 


Hay mucho por detallar sobre este personaje y muchas otras ideas e información se quedan en el tintero, sin embargo es menester el intercambiar pareceres siempre con el afán de aportar con nuestro granito de arena en bien de la cultura de Puno. 

Fotos:

-Kusillo, tintiwakas de Yanaque.

-Archivo personal (Candelaria 2013)

- Elard V. Chaiña Flores.

- Cesar Cox ( Univ. Católica Santa María)

- Claudia Cortés Aros (2015)

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